Tuxpan, Ver.- La noche cayó sobre Tuxpan, cuando un destello azul interrumpió la tranquilidad de la carretera a Cobos. Servando Feliciano Gerónimo, un marino de alma salada y 45 años a cuestas, perdió el timón de su Volkswagen Jetta azul del 2006, placas XYG405B del estado. El mareo de la velocidad le arrebató el control en el área de CELASA y lo arrojó al abismo del camino.

Milagrosamente, el caos no dejó heridos a su paso. Como en una escena de película, la Secretaría de Marina emergió de las sombras, asumiendo el papel de los primeros en responder. Y así, sin consultar a nadie, tomaron bajo su manto protector al atribulado conductor. No podían permitir que el incidente manchara su intachable reputación.

Velatorios Ángeles

Los aires de impunidad se levantaron en el aire como un huracán. Los compañeros del marino, convocados por su llamada desesperada, se unieron al juego de sombras, intentando borrar cualquier rastro del accidente. Pero los agentes de Tránsito Municipal no iban a permitir que se les escapara ese pez tan fácilmente. Retuvieron el vehículo, desafiando la prepotencia de la Marina.

La confrontación se volvió un duelo de fuerzas. Los elementos de la Secretaría de Marina, amparados por su supuesta autoridad, reclamaron ser los únicos dueños de la verdad y los primeros en responder. Sin razón ni lógica, se llevaron al marinero a su guarida, en lugar de entregarlo a los fríos calabozos de la inspección de policía.

La intriga se teje en el aire mientras las autoridades correspondientes toman cartas en el asunto. La investigación está en marcha, buscando desentrañar los hilos de esta trama. ¿Quién será el responsable de este juego de poder? ¿Hasta dónde llegará la sombra de la Secretaría de Marina? El tiempo dirá qué verdades y mentiras se esconden tras el velo de la oscuridad.