Tuxpan ver.-  ¿Sabían ustedes que la neurociencia afirma que el cerebro alcanza su madurez entre los 21 y los 25 años en los varones? Investigaciones realizadas por el Instituto de Neurociencia Cognitiva de Londres, sugieren incluso que esto no ocurre hasta que superan los 30 años. ¿Por qué les decimos esto? Porque en días pasados trascendió, como casi todos los días que ocurren accidentes vehiculares y demás, el choque de un conductor de motocicleta contra un vehículo, pero este en particular se trató de un menor de edad.

¡Si! Y no es la primera vez que sucede que un menor de edad conduce una motocicleta en la ciudad y provoca un accidente; a principios de este año les informamos de otro menor que impactó sobre el libramiento a un señor de la tercera edad que iba con su triciclo. En esta ocasión un joven de apenas 15 años impactó su motocicleta contra un automóvil, provocando cuantiosos daños materiales además de resultar con importantes lesiones.

Carnicería Sandy

Esto ocurrió el día martes por la noche en el bulevar Independencia entre las calles Virgilio Uribe y Adolfo Ruiz Cortines, de la colonia Del Valle; por no respetar el alto en el cruce de Ruiz Cortines con el bulevar. Esta imprudencia lo llevo a impactar su Motocicleta Honda contra un vehículo Volkswagen Vento ocasionando que ambos vehículos fueran trasladados al corralón hasta que los propietarios llegaran a un acuerdo para pagar los daños materiales.

Pero a todo esto, después de que el joven ya resultó lesionado y generó cuantiosos gastos que, muy probablemente deberán cubrir sus padres, además del susto y la consternación de que pudo haber sido peor; padres ¿Por qué les facilitan a sus hijos cosas que los pueden lastimar e incluso llevarlos a perder la vida? ¿Qué los lleva a confiar en su buen juicio cuando obviamente su desarrollo cognitivo- intelectual y conductual es incipiente? Por cierto, el maltrato infantil, se considera para los menores de 18 años y para éste cuentan todos los abusos y desatenciones que vulneren y pongan en riesgo la vida de un menor.

Y como no hay mejor evidencia que la propia evidencia, les dejamos las siguientes gráficas.