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La importancia de llamarse SLASH!

La importancia de llamarse SLASH!

Con motivo de lanzamiento de la película “It Might Get Loud”, un documental centrado en la guitarra eléctrica desde el punto de vista de Jimmy Page, Jack White y The Edge, el periodista Josh Tyrangiel de Time Magazine publico una lista de los mejores guitarristas eléctricos de la historia e incluyo a músicos como el mismo Page, B.B. King, Eric Clapton, Chuck Berry, Les Paul, Prince, entre otros. Saul Hudson, mejor conocido como Slash (solo su mamá lo llama Saul), fue reconocido como el segundo mejor guitarrista de la historia (obviamente, el “Electric Sex Messiah”, Jimi Hendrix, ocupo el primer lugar). Es decir que de acuerdo con una institución mediática  como Time Magazine, Slash es el mejor guitarrista eléctrico, vivo, de la historia. Y la lista no podría ser tan larga, porque la guitarra eléctrica lleva pocos años de haberse inventado, no sería lo mismo si habláramos sobre “el mejor pianista” o “el mejor violinista”.

El estilo de Slash tiene profundas raíces en el blues y el Hard Rock de mediados de los 70, pero él tiene muchas influencias. Entre los guitarristas que el nacido en Hampstead, Inglaterra, cita con referencia de su sonido, se cuentan a Jimmy Page, Mick Taylor de los Rolling Stones, Eddie Van Halen y, por supuesto, Jeff Beck. “Es mucho más fácil apreciar a Jeff Beck si eres guitarrista, tiene un control natural sobre el instrumento. Tiene una gran habilidad para hacer con la guitarra algo que nunca has escuchado que nadie más haga”, comenta Slash.
A lo largo de su carrera, el ex guitarrista de Guns N’ Roses ha recurrido generalmente a las escalas pentatónicas (mayor y menor) para crear solos que remiten obligadamente al blues y, en ciertos momentos al country. Cuando toca guitarra rítmica, recurre a los llamados power chords (un acorde de dos notas tocando con un intervalo de una quinta), que le dieron el sonido punk al clásico de Guns N Roses, Appetite for destruction. También ha recurrido de forma regular a progresiones de acordes en las cuerdas bajas o  a figuras arpegiadas.de una pareja bi-racial de artistas (padre inglés, diseñador grafico de discos, y madre afroamericana, vestuarista de David Bowie), SHijolash comenzó a tocar la guitarra a los 13 años, y a los 22, cuando la gente todavía se emocionaba jugando Pac-Man, ya era un héroe de la guitarra.
El músico nacido en Londres ha tenido tres bandas y ha publicado una autobiografía donde habla de su infancia, su vida de rock n’ roll y excesos, así como de su vida familiar con su esposa Perla y sus dos hijos: London Emilio de siete años y Cash Anthony de cinco. Ahora, viene con nuevo disco y el score completo para una película dirigida por el mexicano OIallo Rubio, This Is Not a Movie (esta no es una película), para la cual grabo 36 tracks, más el tema de créditos finales con la voz de Mark Lanegan, “Son Long Sin City”. “Soy un hiperactivo adicto al trabajo”, dice Slash. Después de haber sido alcohólico y adicto a la heroína y cocaína, Slash se mantiene completamente sobrio desde hace mas de tres años y más activo que nunca.
Tras su salida de la banda que lo llevo a convertirse en el guitarrista más popular del planeta en 1996, Slash ha tocado y/o grabado con una lista infinita de artistas, como Iggy Pop, Bob Dylan, Ozzy Osbourne, KISS, Michael Jackson, James Brown, Puff Daddy, Tom Morello, Bill Idol, Brian May, Fergie y Cypress Hill. Ha formado dos bandas: Slash’s Snake Pit, con la que grabó dos discos: It’s Five O’ Clock Somewhere (1995) y Ain’t Life Grand (2000); y Velvet Revolver, el “supergrupo” con exintegrantes de Guns N’ Roses (Duff Mckagan y Matt Sorum) y Scott Weiland, el errático cantante de Stone Temple Pilots, con quienes edito dos álbumes: Contraband (2004) y Libertad (2007).
Entre 2008 y 2009, Slash trabajo en la producción de este proyecto y, paralelamente, en el score de la producción mexicana This Is Not A Movie. Sobre ello comenta: “Tan pronto comencé a trabajar en la película, desde el primer pedazo de música que grabamos, personalmente fui en una dirección diferente a lo que había hecho en las distintas bandas en que he estado, en las que solo hacíamos rock and roll sencillo y directo. Esta película llevo mi imaginación a un lugar diferente y comencé a usar otros sonidos y técnicas de  grabación  con las que no había trabajado antes, las cuales se dieron de forma muy natural; entonces pensé ‘si hiciera esto para mi propia música, estaría muy interesante’, así que la película me abrió los ojos a muchos descubrimientos en los últimos seis meses. De hecho, algunas secciones que escribí para la película aparecerán en diferentes versiones con voz en mi álbum solista”.
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